viernes, 13 de agosto de 2010

Inglés de los Güesos.

Les dejo el resumen, tengan en cuenta que es un resumen, no tiene todo, y muchas de las cosas que pidio tal vez no las encuentran. Si quieren leanlo, sino no, pero creo que con esto está bien. Perdón a quienes lo fotocopiaron de mi trabajo, tenia un monton de errores. Suerte
Sofia.
Lynch y El Inglés de los Güesos.

Con recuerdos de su niñez campera y detalles que le surgió la lectura del “Diario de viaje de un naturalista” de Charles Darwin, concibió Benito Lynch ese puesto de la “Estancia Grande”, vecino a la Laguna de los Toros, y siempre azotado por un terrible viento “propiciador de catástrofes”.
Desde la población de Juan Fuentes divisamos un sector central de la campaña de Buenos Aires, el consabido en las novelas de nuestro autor, cuadriculado en estancias y puestos de nombre y linderos conocidos, y encerrados con alambrados “de siete hilos” que cada cual vigila celosa y agresivamente. En nada recuerda esa visión de campo actual, al de las tierras sin dueño, donde nadie arraiga, idealizado por la literatura gauchesca; y muy poco se parecen a sus antecesores literarios, airadamente individualistas, los paisanos de Lynch, que viven en la tarea dura y laboriosa de cada día, sin protestas y sin demasiadas esperanzas, como piezas de una estructura social y económica que han recibido y no sueñan en modificar.
Los personajes principales: Mr. James, el joven inglés que permanece en el campo para lograr su investigación antropológica y luego se enamora de la gaucha. Y Balbina, o como Lynch la apoda, La Negra, la mujer de 18 años, gaucha hermosa y sufrida. Ambos representan dos órdenes de vida que el autor considera inconciliables y siempre en pugna: el de la inteligencia fría del hombre instruido en los libros, y el de la afectividad exclusiva de la niña inculta.
Para que la oposición sea terminante se han usado los términos extremos: así la ha planteado el novelista porque así ve la vida a través de su experiencia, como duelo mortal entre la fortaleza de los más y las debilidades de los menos, sin transacción posible. Esa patética exageración nos muestra que el autor no cuenta una historia ajena, sino que está reviviendo con ella un dilema decisivo para él. Desde la primera página deja adivinar su parcialidad en el debate: multiplica los rasgos caricaturescos del futuro vencedor, a quien ve por fuera con ojos de paisano, con simpatía irónica, admirado de que ese sabio ignore tanto saber vulgar; y ensalza la gracia y la belleza de la víctima en tal forma que el desenlace puede parecer forzado.
Lynch explica los motivos de Mr. James, quien decide irse a pesar de los pedidos de La Negra, sin justificarlo. Criticando rencorosamente, más que su conducta, el programa utilitario que debe cumplir sin concesiones, el de la sociedad que le impone sus normas desde lejos: aboga decididamente la causa de la Negra, que siente como suya propia. Ha determinado que sea ella la sacrificada porque esa solución es la única que concuerda con sus opiniones adversas sobre un mundo positivo donde se han desvalorizado el amor, la belleza y la generosidad, pero alarga dramáticamente las dudas de Mr. James y los esfuerzos impotentes de la niña para retenerlo, porque desea subrayar la tremenda injusticia que se consumara a pesar de todo.
Al plantear otra vez la alternativa entre la civilización inclemente, que desprecia la cultura de los sentimientos porque se determina por razones prácticas, y el libre impulso afectivo, Lynch insiste en un tema repetido por la literatura del siglo XIX. A partir del romanticismo, se hacen cada vez más frecuentes las protestas de los escritores y de los artistas contra las doctrinas materialistas y utilitarias que crecen y llegarán a imponerse a mediados de siglo con el trasformismo científico y el evolucionismo filosófico. Lynch es un hombre de ciudad que padece en ella la atmósfera enrarecida de inspiraciones afectivas, sabe por esas ideologías triunfantes que su posición está perdida. Vuelve a sus recuerdos de niñez campestre para crear otro mundo también real pero más grato que el circunstante donde resaltan verosímiles esos seres excepcionales que no se determinan por otras leyes que las de la naturaleza. Una sociedad rural más satisfactoria y estable donde cada cual tenga el lugar que ha heredado, en nada parecida al vivir de las ciudades, donde irrumpe el advenedizo y el desaprensivo turbando el orden de la traición.

Sinopsis de la novela.

El Inglés de los Güesos es una novela realista, debido a que gran parte de las descripciones y ficciones que narra Lynch pueden tener un carácter real, o están inspiradas en hechos reales. El autor describe como si estuviera presente, pocas veces explica y opina sobre los hechos ocurridos dentro del relato.

Mister James Gray, un joven inglés paleontólogo, muy sabio según dicen, llega desde Cambridge hasta el puesto de "La Estaca". Rápidamente, gracias a su mala pronunciación y su problema de comunicación lo llamaron El inglés de los Güesos. Él ha venido especialmente para excavar en la playa de la laguna cercana en busca de huesos para su investigación.
Él inglés llega al rancho de "La Estancia" donde lo recibe una familia un tanto particular. En el rancho viven Don Juan Fuentes, el puestero, su esposa Doña Casiana y sus dos hijos Balbina, la mayor, a quien apodan La Negra, y Bartolo, su hijo menor quien siempre está acompañado de su perra Dialama.
Luego, aparece Santos Telmo, un pretendiente de La Negra, quién busca enamorarla con poco éxito.
Todos se reían del Inglés de los Güesos, sin embargo, eran La Negra y Santos Telmo quienes más se aprovechaban de su torpeza y buena fe. Le hicieron al pobre hombre todo el repertorio de bromas gauchescas, tales como: el pastel del engaño, el mate de hojas de ombú, el "empacho" con carne. La Negra se descostillaba de risa y Santos Telmo aprovechaba la oportunidad para tener contacto con la negra y acercarse más a ella. Aunque un día, una de sus bromas no salió como ellos pensaban, le colocaron una araña al inglés y en vez de asustarse, comenzó a observarla conmovido. Fue por eso, que le hicieron una de las bromas más pesadas dentro de las malicias gauchescas; caldar la bombilla de mate que le ofrecerían luego a Mr. James. El pobre hombre gritó del dolor al probar la bombilla caliente, y Doña Casiana regañó a su hija, que luego tomaría bronca por el extranjero.
Santos Telmo, aprovechó el odio de la Negra y sacó ventaja, pero nada hizo esto que La Negra se enamorara de él.
Luego, el Inglés de los Güesos, un hombre amable, ayuda en pequeñas oportunidades a La Negra, a pesar de que ella, lo odiaba.
Un día, Balbina se despertó con un fuerte dolor de oídos. Lloraba, gemía y se retorcía del dolor. Ninguno de los remedios caseros de su madre, era suficiente para aquel dolor que la jovencita sufría. El Inglés de los Güesos presta uno de sus medicamentos, y lo coloca en la oreja de Balbina. Al rato, la joven se recupera y aquel odio que ella sentía por él, de a poco, comienza a desvanecerse.
Santos Telmo le pide un consejo a su amigo Deolindo Gomez, un hombre mayor, dueño de otro rancho. Este le dice que la razón por la cual La Negra lo rechazaba constantemente era debido a que ella estaba enamorada de otra persona, del Inglés de los Güesos. Esto despertó furia, odio, y celos en Santos Telmo. El pretendiente manda a través de Bartolo una carta a su amada. La Negra y su hermano, intentan de todas las maneras posibles descifrar la carta de Santos Telmo, sin mucho éxito, debido a su analfabetismo.
La muchacha entonces, llena de vergüenza, va en busca del Inglés de los Güesos. Él, inmediatamente al recibir la carta, saca todos sus libros y diccionarios. Luego de un rato, logra saber que es lo que dice la carta, pero no lo cuenta a La Negra, ya que dice que lo que decía era una descortesía para una señorita como ella, algo muy feo, algo que no debe decirse.
Santos Telmo, ahogado en odio y celos, un día apuñala por la espalda al joven inglés. Este permanece en cama, y debe frenar sus estudios en la playa. La Negra lo ayuda y gracias a ella, su recuperación es rápida. Durante el tiempo que La Negra ayuda al inglés, él le cuenta historias acerca de su familia, su país y sus aventuras. Ella escucha atenta, y siempre pregunta más. La Negra ayudaba en todo a Mr. James, nadie podía hacerlo como ella. Nadie era mejor enfermera que ella, nadie preparaba mejor el caldo que ella. Se había apropiado del enfermo, quien en muestra de su agradecimiento besaba su mano con gran énfasis mientras ella se ruborizaba.
Un día, el inglés de los Güesos recibe una carta desde Inglaterra, la cual lo urgen para que regrese a su país, ya que se está tardando más de la cuenta en su investigación. Cuando el inglés anuncia su partida del lugar, el amor de La Negra se torna una obsesión. Ella le ruega que no se vaya, que no la deje. No obstante, el inglés permanece impasible. Él se reprocha a sí mismo que había venido en plan de investigador, y no a conseguir novia con quien casarse, menos aún con una criolla como Balbina. A pesar de eso, él también sabía que nadie iba a darle un amor tan fresco y espontáneo como el que La Negra le proporcionaba. De todas formas, el inglés sigue firme en su decisión de volver a su tierra.
Balbina sufre un colapso psicológico, debido a esto enferma. Solamente Doña María, la curandera del lugar podía curarla, y es a quien llaman sus padres muy preocupados. Doña María le aconseja a La Negra, un hechizo que hará que su amado no se vaya jamás. Balbina parece recuperarse luego de la visita de la curandera, aunque no todo era lo que parecía. Para la lograr el hechizo, ella debía usar un sapo que no haya visto los ojos de una mujer jamás, el cual lo consigue su hermano y dos cabellos del joven, que luego deberán juntarse con los de ella y ser quemados.
El último día del Inglés de los Güesos en el rancho, lo de dedicó a trenzar un lazo para la joven Balbina. El inglés perfeccionista no estaba conforme con lo que había hecho para La Negra, ella le pidió que lo terminara de todas maneras y se lo regala.
Ya era la hora de que el Inglés de los Güesos partiese, y La Negra rogaba que su hechizo lo haga quedarse con ella. Antes de partir, ocurre una interrupción causada por el nieto de la curandera; el cual anuncia la muerte de Doña María. A pesar de todo, nada de esto hizo que Mr. James se quedase.
Al día siguiente, la perra Diamela, fiel compañera de Bartolo, descubre una silla volteada y un zapato de Balbina al pie de un árbol. En lo alto, pende el cadáver de la joven, la cual se había ahorcado con el lazo que el Inglés de los Güesos había hecho para ella.

Los personajes.

Mr. James / El Inglés de los Güesos: Es un joven inglés, paleontólogo, de profundos ojos azules y cabellos rubios. Delgado, alargado. Un hombre de gran saber según todos dicen. Está siempre cargado de artefactos, microscopios, libros, los cuales son extraños para el ambiente en donde se encuentra. Se maneja con un español extranjerizado, lo que causa gran diversión. Toma gran cariño a La Negra, sin embargo, su deber no es enamorarse, sino finalizar su investigación y volver a casa. Es un hombre reflexivo, racional, egoísta, no puede olvidar sus responsabilidades, y lo que tiene que hacer, por aquel amorío de la muchacha.

Balbina / La Negra: Es la mayor de los hijos de Don Juan Fuentes y Doña Casiana. Llamada La Negra, por sus profundos ojos negros. Es una joven hermosa, de cuerpo flexible y de gran frescura. Expresa que su dolor es extremo. Que todo ella lo sufre. Es espontánea, impulsiva, se entrega completamente al amor. Lynch hace referencia a este amor impulsivo, extremo, que se debe gracias a su analfabetismo, su falta de educación.
La Negra entrega todo a su amado, y a pesar de ello, él no la corresponde. Es tal el dolor dentro de sí, que prueba todo para que el inglés se quede con ella. Al no lograrlo, es tanto el dolor que ella siente, que prefiere la muerte, a sentir aquel vacío, aquel dolor incesante.

Santos Telmo: Es el pretendiente de La Negra, a quién ella rechaza constantemente. Es hijo de uno de los puesteros de “La Estancia”. Un gauchito de aspecto retobado que siempre anda rondando. No lo quieren demasiado, ya que era muy insistente a pesar de la resistencia de La Negra. Odia profundamente al Inglés de los Güesos y es por eso que lo apuñala por la espalda.

Doña Casiana: Es la esposa del puestero, madre de La Negra y Bartolo. Una mujer robusta, siempre está trabajando, se preocupa por sus hijos, es una gran ama de casa. Ella fue quien descubre al inglés besando la mano de su hija. Sin embargo, no se mete demasiado con el extranjero. Ella es quien llama a la curandera.

Bartolo: Es el hermano menor de La Negra. Es travieso, y siempre se divierte burlándose del Inglés de los Güesos. Siempre está acompañado por su perra Diamela. Poco entiende de la extraña relación entre el Inglés de los Güesos y su hermana. El creía firmemente que en el mundo había cosas más lindas y más interesantes que casarse, como comer tortas fritas, pasteles, un peludo grandote a medio meter en una cueva... Si bien él era muy bruto por no haber ido a la escuela, el creía pensar ‘como la gente’.

Deolindo Gomez: Era un hombre mayor y su mayor preocupación era su rancho. Jamás había tratado con otras mujeres que no fueran su madre y sus hermanas. Él es quién le comenta a Santos Telmo que La Negra quizá no lo quiere, por un rumor que ha escuchado por ahí. Él vive con sus tres hermanas solteras y su madre, quienes lo admiran y siempre conocen todos los rumores de “La Estancia”.

7 comentarios:

  1. muuy largo, creo que voy a hacer memoria en la prueba a ver si sale bien jja; esto de las pruebas y las ecuaciones "no me gusta".

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  2. jaja pensabaa qe "güesos" era en joda! mañana hay prueba y ahora se el titulo recien...

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  3. creo q algo me ayudo :p

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